Qué tan difícil es influir en los demás…
A mis 30, con mayor regularidad arriban ráfagas de reflexión de lo que es la vida, por lo menos para mi, a mis 20 juraba que mi aportación al mundo era nula, es más consideraba ser un lastre para mi familia, un obstáculo en el cumplimiento de los objetivos de los demás, un cero a la izquierda o hasta un gracioso objeto en la escenografía de la vida de todos los demás. Sin embargo esos días han pasado para mi, creo que el tiempo no transcurre nada más porque sí, me doy cuenta que sí bien no le he trastornado radicalmente la vida a nadie, sí he podido influir positivamente creo yo a los demás, un ejemplo es cuando ustedes amigos que leen esto me comentan que cierta opinión mía los hizo reflexionar o hasta los hizo reír. La aportación puede ser insignificante, pero créanme que ha sido con el fin de participar y sí de paso a alguien le ha servido de algo, ¡Excelente!.
Hasta mis 30 me he dado cuenta (sí, hasta esta edad) que el influir en los demás implica responsabilidad, en mis 20 tal vez hacia las cosas de manera libre y natural, nunca percatándome del impacto en los que me rodean, pero hasta que alguien que quieres mucho te pregunta: “¿Por qué hiciste eso? ¿No sabes que me hizo sentir muy mal?” y sí esa persona te importa mucho es cuando empiezas a conocerte un poco más y por ende, a reflexionar tus pensamientos, tus palabras, tus acciones y las consecuentes implicaciones… solo hasta ese momento.
Digo que implica responsabilidad porque lo que digas o hagas hasta cierto punto debe estar avalado por ti, por la experiencia y la contundencia de la congruencia que a lo largo del tiempo hayas consolidado, al opinar basado por los limites de tu capacidad y de tu entendimiento, al dar un mensaje claro de que lo que dices es porque tu lo sabes o crees y no porque deba ser así… Es difícil porque si quieres hacer reír a alguien primero debes sentirte con la capacidad de transmitir tu propia alegría o sí quieres contemplar a alguien que dirija sus ojos hacia arriba y su sonrisa poco a poco se vuelva más emotiva mientras le explicas e incentivas para que sueñe y escudriñe acciones que le permitan realizar esos hermosos sueños, también es requisito indispensable que tu sueñes y creas aún en los sueños, que te emociones con esa persona por lo pudiera lograr, que te emociones con ella porque crees en ella… eso amigos, es un poco difícil.
Uno nunca sabe todo pero tampoco sabe nada. A mi, han recurrido buscando la solución a sus problemas, pero en ciertos aspectos he sentido que no podría dar la mejor respuesta (ya sea por capacidad o por no estar apto emocionalmente para darla) pero lo que he hecho es conducirlos a las fuentes o personas adecuadas para ello, en la mayoría de los casos y gracias a Dios ha dado resultado.
La cuestión es qué si influir en los demás es difícil? Yo diría que sí y que no, es difícil cuando tu no tienes la disposición de apoyar a los demás aún sabiendo tus limitantes, es fácil cuando ocurre lo contrario, así de simple…
PD. Piensen sobre todo en los niños.
PD. Piensen sobre todo en los niños.
5 Comments:
Amigo, creo que no es influir o no en los demàs, sino el estar ahì cuando necesitamos una palabras o un abracito o un apretòn de mano o simplemente un silencio es saber que puedes contar con alguien en determinado momento, aveces pensamos que no tenemos las palabras justas, pero la otra persona te siente y eso ya es bastante.
Cuidese ,mucho, besitos.
Gracias por tu visita, nos seguiremos.
Con cariño.
Panchy.
Eso es verdad.. lamentablemente muchas veces aunque no queramos influimos en las desiciones de las personas y eso acarrea un gran peso..
Pero como dices.. hay que tener cuidado con los niños..
Saludos!!!
tienes toda la razon con el tiempo uno va tomandole valor a las cosas, a nuestros actos...
en lo que se haces o en lo que dejas de hacer...
un gran saludo desahogoo
te leo
dra.lovE
GRACIAS por tu visita... te espero siempre y yo regreso siempre...
besos
Hay una verdad periodística que dice "Todo comunica". Y el tema es que toda comunicación influye en la medida que es información con la que cuenta el otro para tomar sus propias decisiones.
Clásico en el caso de los niños. A veces los padres sin decir logran que sus hijos hagan lo que ellos quieren.
El tema, mi querido amigo, es como tú dices, estar dispuesto a influir positivamente. Donde la utilidad, la bondad y la certeza estén presente.
Paz, conciencia y éxito
Publicar un comentario
<< Home