Historias egoistas

Espacio egoísta, donde lo que importa es lo que escribo... pero también lo que otros egoístas piensan al respecto

mayo 22, 2006

Un incentivo para no sentirme mal hoy


Alex Zanardi es un hombre al que admiro por su forma de afrontar la vida, él, es un gran piloto que corrio en los noventas en formula 1 y en la serie en ese entonces llamada Indy Cart (Ahora Champ Car). En su paso por está última, dos años consecutivos resulto ser el indiscutible campeón, para mi gusto ahí es donde saco la verdadera casta de piloto ya que tuvo bastantes duelos muy cerrados y espectaculares con pilotos de gran talla, quien no recuerda el inolvidable rebase en que hizo en el circuito de Laguna Seca (Monterey, USA) al final de la curva sacacorchos a Bryan Herta, rebasándolo a escasos 500 metros de la meta y haciéndolo no por la pista, sino por la terrecería adjunta a la misma, ¡Totalmente espectacular!. Lamentablemente a su regreso a este serial, después de haber pasado un par de temporadas infructuosas en la formula 1, el 15 de septiembre de 2001 en el circuito de alemán Lausitz. Alex, quien lideraba la prueba, perdió el control del Reynard Honda a la salida de boxes, dio un trompo en medio de la pista al momento que llegaba Alex Tagliani, que no pudo hacer nada por evitar el violento impacto. El auto quedó partido en dos y el piloto italiano fue ingresado en un centro hospitalario de Berlín. Estuvo al borde de la muerte y finalmente la libro no sin antes perder sus dos piernas. Fue un golpe fuerte para quienes apreciamos a verdaderos pilotos de carreras ya que en lo personal es uno de mis 5 favoritos. Lo interesante del caso es que el nunca se dejo vencer y decidió vivir una vida normal, gracias a dos prótesis actualmente camina, corre, nada y lleva una vida lo más parecido posible a la que tenia hasta antes del accidente. Su naturaleza aguerrida y metanol en las venas lo ha puesto detrás del volante de un BMW modificado para ser conducido sin utilizar los pedales, en el World Touring Car Championship (WTCC) donde incluso ha estado en el podium en algunas carreras. Bueno, este es un claro ejemplo de que los limites muchas veces son mentales y que nos sirva para reconsiderar cunado decimos sentirnos mal y quejarnos de todo. Saludos

1 Comments:

Blogger Panchy said...

Cuanta razòn tienes en tu articulo, muchas veces nos quejamos por pequeñeses, sin mbargo estamos bien y sanos.
Buena reflexiòn.
Cuidese, besitos.
Panchy.

2:13 p.m.  

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